Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2019

La mesa del fondo

Imagen
Llevaba varios años de separada y ya estaba con ganas de conocer a alguien con quien recuperar mi vida de mujer, no madre, no chofer, no hija. Esperé sin éxito durante meses que alguna amiga me presentara al vecino, al hermano, o al amigo del compañero de oficina del primo. Nada. Nadie. Tampoco tuve uno de esos encuentros casuales que describen algunas  suertudas en el sector de vinos del supermercado; pero fue sin duda porque no tenía las antenas en estado de alerta y sencillamente, no miraba a nadie. En ese tiempo no existían Tinder ni Happn; no había escuchado hablar de match.com ni de alguna otra plataforma para buscar pareja. Pero en un programa de radio que escuchaba a la mañana oí que pedían que la gente sola, en busca de pareja, escribiera para tratar de hacer un “encuentro de almas a través del éter”. O algo así.   Con mucha vergüenza, pero sabiendo que era casi mi única alternativa, me presenté como “la morocha argentina”, esa fiel compañera gamba para todo. Y agre