Vos ¿merecés festejar el Día de la Mujer?



Felipe y Lula se están peleando por el control remoto para ver quién elige el programa de TV. En un momento, Lula le rajuña la mano a su hermano, y le deja cuatro surcos bien marcados de los que asoma un poquito de sangre, y le arrebata el control. El chico se pone loco y la agarra de las mechas. “Pará que soy mujer, ¡sos un animal!", le grita mientras sale corriendo a la cocina para contarle a su mamá lo que el bruto Felipe le había hecho.

Situaciones como estas se dan a diario, y carecen de toda ética. No se puede atacar con munición gruesa como el peor de los gurkas (rajuñar duele tanto como una piña, y tiene riesgo de infectarse) y después ponerse en el rinconcito de las niñas adoratrices, impolutas e inocentes. Si jugás rudo, bancatelá hasta el final. O no juegues.

En el colegio siempre había un gordito de anteojos que era un flor de guacho, ya que con la excusa de que no lo podían fajar, hacía algunas cosas por las que hubiera merecido un par de piñas. No es fair play. Merece la piña, por abusar de su impunidad.

Algunas veces escucho que la presidente hace algo parecido. No quiero darle un tinte político a este comentario, solo va como ejemplo de una conducta de alguien conocido por todos, y que no veo ética. Por momentos arremete con todos los misiles, argucias legales, verborrágicas o técnicas capaces de derribar al más fuerte. Pero cuando viene el contraataque, aduce que la atacan “porque es mujer”. Una mina que pega patadas, tira dardos, manda indirectas fulminantes y tiene todo el peso del poder, pelea a la par de un hombre. Y se la tiene que bancar con honor, como si tuviera bigotes y el pecho lleno de pelos.  

Por eso no comparto eso de festejar el Día de la Mujer. ¿A qué tipo de mujer se homenajea? ¿Es lo mismo que el día del animal, el día del niño o el día del empleado público? Y entonces ¿cuándo es el día del hombre? En estos tiempos en que las mujeres trabajan a la par de los hombres, aspiran a los  mismos puestos y con los mismos sueldos, donde se capacitan a la par o más, y tienen cargos políticos que manejan igual que los hombres (Bachelet, Merkel), ¿cuál es la diferencia? 

Andamos por la vida proclamando que queremos igualdad, pero a la vez festejamos el Día de la Mujer. La verdad es que estamos más locas que un plumero, y si después nos dicen bipolares, indecisas, rompebolas o gatafloras, ¡tienen razón!

Por eso me parece más sensato tomar partido: si nos gusta ser mujeres, cantarlo mientras nos peinamos en el baño, dejar que nos atiendan, declinar decisiones importantes y ser las princesitas que esperan dulcemente al galancete, ¡adelante! Si por el contrario, elegimos ser ese tipo de minas que se la bancan y no salen llorando ante la primer adversidad, tal vez no sea una buena idea. Pero hagamos una elección honesta, ya que cuando exigimos "derechos", también tenemos que hacernos cargo de las "obligaciones" que los acompañan.

No me gusta que ser mujer quiera decir estar del bando de las cocoritas o las que juegan sucio, aprovechando una supuesta “debilidad” para sacar ventaja. Esos ejemplares dan vergüenza de género porque cambian las reglas de juego según como sople el viento. Como las Lulas, que lo fajan a su hermano y salen corriendo mientras lloriquea por el pasillo. 
Entre toda la fauna que anda por el mundo, están las que quieren manejar un camión, escupiendo por la ventanilla mientras puteas a los transeúntes. Y se ofenden si no les arriman la silla en el restaurant. Por eso si querés que te abran la puerta del auto, te paguen las cuentas, te atiendan, te corran la silla, te solucionen todos los problemas y sigue la lista, acordate de que también deberás estar dispuesta a asumir que no podés hacer cosas de hombres. O comprás todo el combo, o elegís otro menú.  Si participás, es con todos los números, y no solo con los que te gustan. Aunque siempre hay algún que otro pollerudo que consiente. Débil es la carne del hombre, tierna la de la mujer. Al menos por fuera. 
Por mi parte, no estoy de acuerdo con el día de la mujer. Soy cero feminista, sino más bien machista, pero me parece bastante careta decir que soy "el sexo débil" cuando me conviene, y arremeter ferozmente cuando hace falta. Es un recurso de algunos animales para sobrevivir, pero lo veo como jugar sucio.  Una bestialidad.

Después de todo esto,  ¡Feliz día, a quien recoja el guante… rosa y con puntillas!

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